El entorno empresarial está en constante cambio y es cada vez más y más complejo. Organizaciones públicas y privadas se ven forzadas a responder de forma rápida a condiciones altamente cambiantes y a ser innovadoras en su forma de operar. Para realizar esas actividades, las organizaciones tienen que ser ágiles y tomar decisiones estratégicas, tácticas y operativas de forma rápida y constante. Tomar esas decisiones implica considerar grandes cantidades de datos, información y conocimiento. Procesarlos, en el marco de la toma de decisiones, tiene que hacerse con mucha frecuencia y velocidad y en tiempo real, y usualmente requiere de un soporte informático.
Hoy comienza mi asignatura de Business Intelligence, Análisis y Toma de Decisiones en el Máster en BI de Online Business School. Esta asignatura abarca el uso del business intelligence como un soporte informático para la toma de decisiones de gestión. BI ofrece importante herramientas para analizar y presentar datos a los directivos y que éstos puedan tomar mejores decisiones. Las empresas almacenan grandes cantidades de datos operativos y transaccionales en base de datos operativas. Estas bases de datos contienen información muy detallada, mientras que los directivos necesitan información resumida y condensada para el proceso de toma de decisiones.
Hoy en día tenemos suficiente evidencia de que las decisiones basadas en un cuidadoso análisis tienen mayor probabilidad de ser correctas que aquellas basadas en intuición. De hecho, las organizaciones más exitosas tienen alguna clase de aplicación analítica y herramientas de BI, como soporte del proceso de toma de decisiones.