miércoles, 18 de julio de 2012

Benckmarking y el análisis competitivo

El benchmarking es el proceso de identificar, entender y adaptar prácticas y procesos que algunas empresas llevan a cabo mejor que otras. El benchmarking cuestiona las mejores prácticas de gestión de forma permanente. Estos principios son aplicables a grandes corporaciones y pequeñas empresas, al sector de la fabricación y al de los servicios. Además, el benchmarking puede ofrecer un análisis y determinar objetivos para todos los procesos de la compañía.
Xerox fue la empresa responsable de unos de los primeros proyectos de benchmarking en el año 1979. Xerox quería aprender cómo sus competidores japoneses eran capaces de producir fotocopiadoras más confiables y con menores costes. Ford también fue un gran precursor del benchmarking. Las pérdidas en ventas frente a las empresas de automoción europeas y japonesas, motivó a sus ingenieros y diseñadores a crear un nuevo modelo que incorporara las prestaciones y características que los clientes consideraban más importantes. Esto implicaba copiar cada una de las mejores prácticas del sector. Al final, Ford (con el exitoso Taurus) declaró que había logrado mejorar, no sólo copiar, las mejores prestaciones del sector de la automoción.
Los estudios de benchmarking comienzan poniendo el foco en aquellas necesidades de mejora que son fundamentales para la empresa. Una vez comprendida la necesidad de cambio, la siguiente fase es la investigación de las mejores prácticas y la identificación de los factores esenciales responsables por esos resultados superiores. Razonablemente, esto debe conducir a las acciones necesarias para conseguir ese objetivo.
Empresas como IBM, Royal Shell, Du Pont, Motorola y Rover, pueden corroborar con su testimonio las ventajas de la práctica del benchmarking. Algunas empresas hacen benchmark sólo con las mejores de su industria, mientras que otras lo hacen con las mejores prácticas a nivel mundial. En este sentido, el benchmarking va más allá del análisis competitivo estándar. 


La pregunta crucial para todos es dónde creemos que se encuentran esas mejores prácticas relevantes para nuestras empresas y sectores.