La simulación es una poderosa herramienta de enseñanza, apropiada para alumnos de grado, postgrado y executive education. A través de estos juegos de empresa (Business Games), los alumnos gestionan su propia empresa virtual, tomando las mismas decisiones tácticas y estratégicas que se toman en una empresa real.
Los estudiantes aprenden más y retienen más conocimientos cuando se involucran en una simulación, en vez de sólo leer libros de texto, analizar casos o atender una clase. Estos laboratorios de decisión ofrecen la oportunidad de experimentar la formulación de estrategias y su implementación en entornos dinámicos y bajo condiciones de incertidumbre y escasez de recursos.
Los participantes disfrutan los juegos de simulación, porque la simulación proporciona una experiencia práctica real, trabajo en equipo y un ambiente competitivo en un escenario muy parecido a la realidad. Este componente lúdico favorece el aprendizaje.
La metodología se centra en el desarrollo de habilidades prácticas de gestión. Inmersos en un escenario de simulación, los alumnos forman parte del equipo directivo de una empresa y toman todas las decisiones de las diferentes unidades estratégicas de la empresa: producción, finanzas, marketing y recursos humanos. También permite aprender sobre procesos grupales y organizacionales y entender el impacto que cada una de las decisiones de una unidad estratégica de negocios (UEN) tiene sobre las demás; por ejemplo, las de marketing sobre finanzas, las de finanzas sobre producción, etc. Es decir, tienen la oportunidad de experimentar que las UEN de una empresa no se comportan como compartimientos estancos, sino que por el contrario, tienen una estrecha interrelación.
El fundamento teórico es, entre otros, la teoría de aprendizaje experiencial de Kolb (1984), así como diversas investigaciones que sostienen que la personas retienen conocimientos en mayor proporción cuando aprenden las cosas haciéndolas – “learning by doing”.
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